martes, 15 de mayo de 2007

A mi amigo Iñaki

Iñaki:





Hay palabras que no necesitan definición para comprenderse; y hay sentimientos que no necesitan de palabras para expresarse. Por ello sé que no tengo que explicar a qué me refiero cuando me atrevo a decirte que eres mi "hermano del corazón"; por ello mismo puedo jurar que si pudieras en este momento ver mis ojos, no sería necesario decir "te quiero", pues en mi mirada hallarías tan solo el reflejo de todo aquello que me has dado.

Aunque con el paso del tiempo se hayan vuelto anecdóticas nuestras iniciales peleas, no cambiaría una sola de ellas, pues gracias a ellas conocía al ser tan especial que hay en tí y aprendimos a "dar la mano a quien, con la suya nos señaló", fue a partir de entonces que supe que estarías presente en mi vida como un hermano, por el simple hecho de ser tal cual eres.

Luego de superadas nuestras rencillas, comenzó la gran historia, juntos hemos pasado de los más terribles momentos hasta las más estrepitosas alegrías. No necesito decirlo pero me siento honrada de ser tu amiga; tu eres uno de los seres extraordinarios junto a quienes recorreré el camino de baldozas amarillas en busca de nuestros sueños.




La felicidad...ya antes te he dicho que el cariño por mis amigos-hermanos, es tan grande que para evitarles cualquier sufrimiento me gustaría construir una armadura que repela cualquier tipo de tristeza y les proteja de las desventuras. Todo ello lo haría incluso si el material de confección debiera ser yo misma, lo haría sin pensarlo más de un minuto y aún durante esos 60 segundos lo único que me haría dudar, sería la probable angustia y pena que mi dolor pudiera causarles.

No lo digo por decir, y es que es lo menos que merece la persona que me enseñó que llorar no es siempre signo de debilidad, sino la muestra de amor y humildad más grande; aquel que siempre ha tenido las palabras correctas y el abrazo justo en el momento preciso; a quien me ha querido tal cual soy con las complicaciones propias y las consecuencias lógicas que ello implica.

Y es que sucede que sé muy bien que mi caracter iracible no cualquiera lo soporta y sé toda la paciencia que has necesitado para lograrlo. Es por ello que en estos momentos atravieso por un terible momento en el que la vida se burla de mi intención y juramento de protegerte y me indica que esta vez, el daño vendrá de mi parte.

Sin pretenderlo me he convertido en la peor amenaza, pues ¿cómo podrías cuidarte de mí que tanto te quiero?. Y es que después de planearlo durante años, llegado el momento he tenido que guardarme las ganas de asistir a tu graduación, a pesar de lo triste que eso te pondrá, lastimando yo misma a una de las personas que más quiero en la vida.

Pero mi inasistencia responde a que en este momento me encuentro luchando por cumplir otra más de las promesas que te hice hace ya casi 7 años, uno de nuestros más grandes anhelos. Por desgracia a pesar de mi deseo,no me es posible realizar dos viajes, y he tenido que elegir aquel que ha sido nuestra más vieja ilusión y promesa de amistad, y que finalmente estamos por lograr, ¡Europa nos espera en un par de meses!.

No sabes el inmeso dolor que me genera el imaginar que no podr´´e estar presente en el día que culmines el más grande esfuerzo de todos estos años, el simple hecho de pensarlo me sume en una de las más grandes penas que alguna vez haya sentido, porque aunque tenga razones validas, no puedo dejar de sentir que finalmente te fallé.

Tan sólo quiero pedirte perdón y que intentes pensar que aquellos quienes no pudimos estar allí, no ha sido por falta de amor, realmente hay razones muy grandes que se interponen para ocasionar que faltemos al único lugar en el que quisieramos estar en esa fecha. De verdad que si pudieramos, no seríamos tan sólo Alex, Álvaro, May, Sali, Raúl, Yas y yo quienes estariamos en primera fila orgullosos de tí, pero sabes que presentes estaremos todos de quienes guardes un afecto especial.

Aunque es dificil, te pido que sigas con ese ánimo que te caracteriza y no permitas que esto opaque la inmensa felicidad que debe embargarte, utilizando la gran fortaleza que aún no me explico cómo cabe en tu pecho.
Debes estar seguro que cada uno de nosotros dedicará sus pensamientos para tí, rogando que todo te salga bien en la vida, pues una persona tan buena como tú es lo único que merece.

Mientras tanto debes saber que aunque no físicamente, estamos siempre a tu lado. Además tenemos toda la vida para compartir, ya tendremos oportunidad de celebrar en Europa todos tus grandes logros y tendrás tu graduación en la vieja madre patria.
Te quiero porque dios te puso en mi camino para hacerme mejor persona; porque el corazón y el alma eligen lo mejor y tú eres un ser extraordinario que me ha impulsado a seguir mis sueños y me plantea otros tantos.

Gracias por todo el cariño que nos has dado durante todos estos años...no tengo nada más que agregar que no sepas.


Karliatta

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