¿Y qué decir ante aquellos que me catalogan como una egoísta?, es probable que mi comportamiento se apegue demasiado a la definición, sin embargo no lo he notado o simplemente no me he preocupado por poner atención. Es precisamente esa mala costumbre de pasar por alto muchos detalles, lo que me han ganado mi mala fama; y es que me resulta increíble que haya quien realmente tome tan en serio cuestiones como fechas conmemorativas, pláticas rezagadas, nombres de equipos o la cara de personas que muy probablemente nunca vuelvas a ver.
Ese tipo de olvidos me han orillado a la lejanía de personas importantes para mí, que consideran como una desatención o falta de interés el no tener presente esetipo de cuestiones. Dios sabe que he olvidado el cumpleaños de mis más grandes amigos en más de una ocasión y no por falta de estima, sino mayoritariamente por no saber en qué día vivo...y siempre al darme cuenta de mi olvido me siento mal porque sé que nadie me creería si lo explico de esa manera.
Dichas recriminaciones no ocurren sólo por cumpleaños, sino porque a veces parezco tan distraida de los acontecimientos de la vida real que irrito a quienes de ello se dan cuenta, y quienes de inmediato me atribuyen un desinterés hiriente sin comprender que no es en ese sentido.
La mayoría de las ocasiones estoy ausente porque aunque quiera no puedo dejar de pensar en otra cosa...lo que sea pero en otra cosa. Normalmente mi mente se refugia en algún hueco perdido que reflexiona inclusive sobre cosa que podrían parecer estupias si las dijese, pero que me permiten tener material para escribir sobre nuevas cosas, aunque debo confesar que generalmente todas esas ideas no llegan a la etapa dl papel y la pluma pues mi pereza ha llegado a abarcar más de lo que me gustaría permitirle.
Es quiza esta la causa que me ha orillado a alejarme tanto de la gente, son muy pocas las personas con las que verdaderamente llevo una relación que me permita hablar, reir o llorar con ellas, conozco mucha gente y me llevo bien, pero trato de mantener bien delineadas las áreas en las que me involucro con cada uno, pues cuando intento romper esa barrera y pasar al siguiente nivel, comienzan a verme raro.
Y es que mi gran pecado desde pequeña ha sido interesarme por cosas distintas, no es que me crea muy especial, pero si acepto mi tendencia a llevar la contaria, de niña quería ser grande y me portaba como un niño, en mi casa no leían y yo vivía para eso, mis hermanos karate y yo ballet, luego ellos el arte y yo el futbol, siempre tratando de brillar sin sombra.
Mi voz no era agradable y nunca dejaba de hablar, todos llegaban al punto de la desesperación porque en la mayoría de las veces no sabían exactamente a qué me refería con lo que decía...y esa probablemente era mi intención.
Antes mi vida consistía en soñar despierta, supongo que de allí viene mi aparente ensimismamiento, quizá por ello adquirí la costumbre de parecer ausente y despreocupada, porque aunque por dentro algún dolor me consumiera, trataba de compensarlo con mis fantasías.
Creo que todo se perdió cuando de la manera más cruel me hicieron poner los pies en la tierra, lo que supuestamente sería por mi bien, terminó dejándome desprotegida; esto porque de alguna manera fui despojada de aquello que durante toda mi vida me había mantenido a flote, mis fantasías. Fue así como tuve que enfrentarme al mundo real, con parte de mis viejos hábitos.
Realmente no es que no me importen mis semejantes, es simplemente que me interesan cosas distintas, mi manera de querer es sincera pero no me gusta atosigar a nadie.
Realmente me doy cuenta que este tipo de vida distraida me puede llevar a perpetuar mi constante alejamiento social, pero no me preocupa lo suficiene como apra evitarlo, quiza con el irremediable paso del tiempo, cuando realmente existan consecuencias que me afecten de manera grave, solo quizás entonces...
Karliatta
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